¿Qué sabemos y qué
ignoramos?
Después de narrar los hechos precisos
para comprender la emisión de radiactividad natural en nuestra Región, interesa
aclarar qué creemos saber, antes de llegar al final de este mes de enero y
dispongamos de la información suministrada
por nuestra RED TIEMBLA de medidores
de radiactividad.
Así pues, sabemos que:
1.
Existen puntos de emisión de radiactividad con
niveles anormalmente elevados, localizables a lo largo de las carreteras que
unen entre sí Cartagena, Lorca y Murcia.
2.
Los focos de emisión se localizan en las grietas
del suelo, luego se trata de emisiones radiactivas proveniente del subsuelo.
3.
El número de puntos de emisión aumenta con una
mayor actividad sísmica en la zona, y se reduce hasta desaparecer cuando esta
actividad es menor. Esto se constata cuando hay un temblor de mayor intensidad que los que usualmente suelen darse, pero esto no implica que haya una relación de causa y efecto.
4.
La emisión radiactiva no es continua, sino que aumenta
cuando existe mayor actividad sísmica. Esto tampoco significa que exista una relación causa efecto, sino que cuando hay cierta sismicidad en la zona hay emisiones radiactivas más evidentes, pero un temblor, especialmente de baja intensidad, no implica emisión y viceversa.
5.
La
duración de estas emisiones de elevada radiactividad es variable, pudiendo
oscilar desde varios milisegundos, lo más frecuente, hasta varias decenas de
minutos.
Además, podemos conjeturar:
1.
Que la fuente del agente causante puede deberse a
una bolsa de material de carácter eruptivo que no está alejada de la superficie
terrestre, y que se pone de manifiesto por un antiguo vulcanismo circundante. Ignoramos su origen, características, y circunstancias y no sería descartable otra fuente de emisión del subsuelo.
2.
Que el agente causante de la radiactividad podría ser un
gas radiactivo, probablemente el radón. Dicho material suele ser el más probable como resultado de la descomposición de otros materiales radiactivos, pero realmente ignoramos su naturaleza.
3.
Que previamente a los temblores de tierra,
algunos animales detectarían la emisión de gases del subsuelo que les impediría
respirar con normalidad, por lo que se alejarían de la zona afectada.
4.
Que de ser un fenómeno generalizado, la emisión
radiactiva ha podido influir en la biosfera tanto en la evolución de las
especies como en la salud de los individuos, por lo que debería considerarse a
la emisión de radiactividad del subsuelo como un factor decisivo en el aumento de
la diversidad de especies en el planeta,
junto a los otros factores ya valorados como tales.
Por el contrario, ignoramos:
1.
El porqué de este fenómeno y por tanto cuál es
el desencadenante del agente causante de la radiactividad.
2.
Cuál es la extensión del área en la que existen
emisiones y cual es la extensión afectada por cada uno de los puntos de
emisión.
3.
La influencia de los factores climatológicos y
de otra índole.
4.
Si existe un patrón de emisión de radiactividad
relacionado, o no, con los temblores de tierra en la zona.
5. Si se pueden prevenir terremotos, analizando la
emisión de radiactividad de los puntos de emisión más notables.
Reconocemos que a pesar de ser investigadores aficionados
incapaces de llegar a conclusiones definitivas, estamos convencidos de
que habrá especialistas con conocimientos científicos suficientes para resolver
estas cuestiones que nos planteamos, siendo este el objeto de nuestro blog, y
gracias a ellos y a esta actividad que hemos emprendido, aprendamos mucho más
de nuestro medio natural, y mejoremos como personas
No hay comentarios:
Publicar un comentario